Barcelona, 14 de noviembre de 2018.- La sociedad ha de avanzar hacia un modelo de voluntariado inclusivo, facilitando que las personas con discapacidad lo ejerzan en condiciones de igualdad que el resto. Es decir, entidades y organizaciones deben superar la idea de que las personas con discapacidad sólo son sujetos pasivos del voluntariado que reciben ayuda o acompañamiento ya que también pueden ejercerlo ofreciendo su tiempo y conocimiento al resto de la sociedad como de hecho sucede.