Discapacidad, integración y el papel de las TIC

Dos de cada tres personas con alguna discapacidad física creen que las tecnologías ayudan o pueden ayudar a la mejora de su bienestar. Casi un 70% de las personas se conecta con alguna frecuencia a Internet, de los cuales más de la mitad utiliza la red para comunicarse o relacionarse con otras personas. Y más del 60% dispone de un teléfono móvil inteligente (Smartphone). Estas son algunas de las conclusiones que se extraen de la investigación liderada por el Observatorio de la Discapacidad Física y COCEMFE Barcelona, en colaboración con la Fundación VODAFONE, con el objetivo de evaluar la penetración, la implementación y el uso de las tecnologías entre los catalanes que sufren alguna discapacidad de carácter físico.

Los resultados de este estudio los presentó la directora de GESOP, Àngels Pont, el pasado martes en el marco de la jornada #di_capacidad. Las TIC al servicio de las personas. Para llevar a cabo esta investigación, realizada por la empresa GESOP, se ha efectuado una encuesta a 1.039 personas residentes en Cataluña, de 16 a 74 años, que sufren alguna discapacidad física, visual o auditiva.

La lectura general de los datos presentados por Pont da una visión global de la situación de este colectivo en relación a las tecnologías, pero también permite hacer una aproximación precisa según los diferentes perfiles de la población objeto de estudio. Así, la edad, el nivel de ingresos y el grado y el tipo de discapacidad son las variables que más discriminan tanto en la tenencia y uso de las tecnologías, como en las opiniones sobre las mismas.

De las 1.039 personas que se han entrevistado, el 9,4% tienen una discapacidad visual, un 5,9% auditiva y el 84,7% restante alguna otra discapacidad física. En el 51% de los casos la discapacidad tiene origen en una enfermedad, en un 26,5% en un accidente (la mitad de ellos de tráfico) y en el 22% restante es congénita o de nacimiento. Un 12% de los entrevistados no tiene un certificado de discapacidad que reconozca el grado.

Por su parte, más del 40% de los entrevistados vive en un domicilio que está poco o nada adaptado a sus necesidades. Los que tienen un menor nivel de ingresos son los que más dicen que su hogar no tiene ningún tipo de adaptación a sus necesidades.

Dos de cada tres personas con alguna discapacidad física creen que las tecnologías ayudan o pueden ayudar a la mejora de su bienestar. Cuanto más joven y más formado, más convencido está de las ventajas de las tecnologías. Los que tienen una discapacidad visual o auditiva son los más convencidos. Asimismo, el 68,6% se conecta con alguna frecuencia a internet, casi un 50% diariamente (lo que representa veinte puntos menos que la población general). La edad, la formación y los ingresos son las variables que generan mayores diferencias. Así, cuanto más joven, más formado y con más ingresos, más conexión a internet. De hecho, el acceso a la red es prácticamente universal entre los menores de 45 años, pero, en cambio, la mayoría de los que tienen más de 65 no usan internet.

Casi uno de cada cuatro dice que internet le proporciona autonomía e independencia. Pero es el acceso a la información y la facilidad para las relaciones lo que más se destaca como aportaciones de internet en la vida diaria. Los más grandes son los que ponen un mayor énfasis en las facilidades que supone para su vida cotidiana, y el 62,2% de los entrevistados dispone de un teléfono móvil inteligente (Smartphone). Un 13,1% de los consultados no dispone de teléfono móvil y más del 20% tiene un móvil convencional. El nivel de ingresos, los estudios pero sobretodo la edad son las variables en las que se aprecian más diferencias en el hecho de disponer o no de Smartphone: así, entre los más jóvenes casi el 90% dispone de un teléfono inteligente, el doble que entre los entrevistados de más edad.

Globalmente son pocos los entrevistados que tienen alguna aplicación en su móvil que le ayude en su discapacidad. Sin embargo en este caso las diferencias son importantes en función del tipo de discapacidad. Así, más de dos terceras partes de los entrevistados con algún problema visual que disfrutan de un Smartphone disponen de alguna aplicación que le ayude en su discapacidad. También casi la mitad de los entrevistados con problemas auditivos. En cambio, entre los que sufren otro tipo de discapacidad física, disponer de alguna aplicación que ayude en la discapacidad es mucho menos frecuente.

También son diferentes las aplicaciones de las que se dispone en función de la discapacidad. Las personas con problemas visuales buscan sobretodo ayudas a la lectura y aplicaciones de voz, los que tienen alguna discapacidad auditiva ponen énfasis en las aplicaciones de redes sociales, las aplicaciones de emergencia y las de voz. Entre los pocos entrevistados con alguna otra discapacidad física destacan las redes sociales, el entretenimiento y las aplicaciones de movilidad.

Más del 40% de los entrevistados forma parte de alguna red social, especialmente Facebook y Twitter, y la mayoría usa mensajería instantánea. Son menos, en cambio, los que tienen o participan en algún blog. Los que usan las redes dicen que las utilizan, en relación a su discapacidad, sobre todo para informarse de lo que necesitan o les interesa; también para compartir sus inquietudes.

La principal mejora que reclaman en el acceso a las tecnologías es la reducción del precio, pero también promover cursos de formación y aprendizaje. Los más jóvenes hacen hincapié en adecuar su usabilidad a las personas con alguna discapacidad y en la necesidad de concienciar sobre la accesibilidad cuando se diseñan páginas web. De hecho, entre los más jóvenes que no se conectan a Internet, algunos citan el precio y otras la falta de adaptación a su discapacidad como los principal frenos.